Los tornillos de banco son máquinas sencillas y muy útiles, estas no emplean corriente eléctrica y, por lo tanto, su mantenimiento no comprende grandes requisitos.
Para realizar los trabajos de forma apropiada y evitar posturas incómodas del operario, es condición indispensable que el tornillo de banco se encuentre montada a la altura adecuada. Dicha altura se logra cuando el operario es capaz de tocar con el codo la parte superior de las mordazas del tornillo de banco, tal como se muestra en la siguiente imagen.
De lo contrario, el banco de trabajo deberá elevarse o bien deberá disponerse una tarima en el piso para que el operario pueda subirse a ella.
Las operaciones de mecanizado deben efectuarse de modo de no afectar las mordazas. Para ello, la pieza montada en un tornillo de banco debe sujetarse a una altura adecuada, esto es, a aproximadamente 1 cm de las mordazas.
Cuando la máquina no se usa, se recomienda proteger las mordazas desplazándolas hasta que se toquen ligeramente y dejando la manivela en posición vertical.
Nunca se debe golpear un tornillo de banco con un objeto pesado ni sujetar piezas grandes en una máquina pequeña.
En todo momento el tornillo de banco debe mantenerse bien engrasado y limpio. No se deben acumular virutas, especialmente en las guías por las que se desplazan la boca móvil, la tuerca y el eje. A tal fin, se deben limpiar con un trapo después de cada uso y aplicar una ligera capa de aceite. Sin embargo, debe evitarse aplicar aceite en la base giratoria o la junta giratoria, ya que esto disminuye la fuerza de sujeción de la herramienta.
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Fuente: DMYH