Un buen profesional de la metalmecánica siempre toma en cuenta tres factores esenciales antes de empezar a realizar una operación de fresado, conoce cada uno de ellos:
1. La configuración de la pieza que se va a fresar
El fresado se ha convertido en un método que permite mecanizar una amplia gama de operaciones.
Además de todas las aplicaciones convencionales, el fresado es una alternativa poderosa para generar agujeros, roscas, cavidades y superficies que antes se hacían por torneado, taladrado o con macho de roscar.
Es necesario considerar detenidamente la configuración que se va a fresar. Puede haber zonas profundas que requieren herramientas con extensiones, o salvar interrrupciones e incrustaciones.
2. La pieza
Las superficies de la pieza pueden ser exigentes, con costra de fundición o cascarilla de forja.
En los casos en los que la rigidez no sea buena, porque haya secciones delgadas o si la sujeción es débil, será necesario utilizar herramientas y estrategias específicas.
También es necesario analizar el material de la pieza y su maquinabilidad para establecer los datos de corte óptimos.
3. La máquina
La máquina tiene gran importancia para la elección del método de fresado. Es posible realizar fresado en escuadra/planeado o fresado de ranuras en máquinas de 3 ejes, mientras que el fresado de perfiles 3D requiere máquinas de 4 ó 5 ejes.
En la actualidad, los centros de torneado suelen tener capacidad de fresado gracias a que las herramientas llevan accionamiento y, a su vez, los centros de mecanizado suelen ser capaces de tornear. Los desarrollos CAM implican que las máquinas de 5 ejes son cada vez más comunes. Ofrecen mayor flexibilidad, pero la estabilidad puede suponer una limitación.
Fuente: Sandvik Coromant